El cáncer de piel es la forma más común de cáncer en el mundo y su incidencia está aumentando más que la de cualquier otro cáncer.
Aunque el cáncer de piel puede encontrarse en cualquier parte del cuerpo, alrededor del 80% aparece en la cara, la cabeza y el cuello.
¿Quién contrae este cáncer y por qué?
La principal causa del cáncer de piel es la radiación ultravioleta que proviene generalmente del sol o de fuentes artificiales como las lámparas bronceadoras. Los investigadores creen que nuestra búsqueda del bronceado perfecto, el aumento de las actividades al aire libre y la disminución de la capa de ozono son los motivos del alarmante aumento de la incidencia en esta enfermedad.
El cáncer de piel puede afectar a cualquiera independientemente de su color, su raza o edad, sin importar donde viva o que es lo que hace. Pero si es de piel blanca y le aparecen pecas con facilidad, su riesgo es mayor. También si tiene cabello y ojos de color claro. Si tiene muchos lunares o lunares de forma y tamaño inusuales. Si tiene una historia familiar de cáncer de piel o se ha ampollado muchas veces al estar expuesto al sol. Si pasa mucho tiempo expuesto a la intemperie. Si vive cerca del ecuador, o en un lugar alto, o en cualquier lugar expuesto a un sol intenso durante todo el año. O también si recibió tratamientos radiantes por acné durante su adolescencia.
Tipos de cáncer de piel
El carcinoma basocelular es por lejos el más frecuente. Afortunadamente también es el menos peligroso ya que crece con cierta lentitud y muy raramente se extiende más allá de su localización inicial. Aunque el carcinoma basocelular raramente amenaza nuestra vida, si se lo deja sin tratar puede invadir los tejidos profundos hasta el hueso, provocando serios daños (especialmente en las proximidades del ojo).
El carcinoma espinocelular es el siguiente en frecuencia entre los cánceres de piel; y aparece muchas veces en los labios, cara y orejas. A veces se disemina a lugares distantes incluyendo ganglios linfáticos y órganos internos. El carcinoma espinocelular puede poner en peligro la vida si no es tratado.
Una tercera forma de cáncer de piel es el melanoma, que si bien es el menos frecuente, su incidencia está aumentando rápidamente. El melanoma es el cáncer de piel más peligroso. Si es descubierto a tiempo, puede ser curado completamente. Si no es tratado precozmente, puede diseminarse por la sangre y ser frecuentemente mortal.
Otros tipos de lesiones de piel que Ud. debe conocer
Otros dos tipos de lesiones frecuentes son los lunares y las queratosis.
Los lunares son acúmulos de células de piel muy pigmentadas ya sea planas y elevadas sobre la superficie cutánea. Aunque la mayoría no presentan ningún peligro, algunos lunares grandes presentes desde el nacimiento, o aquellos con distintos tintes y bordes poco definidos, pueden transformarse en melanomas. Los lunares se extraen frecuentemente por motivos cosméticos o porque se irritan constantemente por el roce de la ropa o el afeitado, lo que puede provocar su malignización.
Las queratosis solares o actínicas son placas ásperas de piel de color rojizas o marrones. Se encuentran habitualmente en áreas expuestas al sol y a veces se transforman en carcinomas espinocelulares.
Reconociendo el cáncer de piel
Los epiteliomas basocelulares y espinocelulares pueden variar mucho en su aspecto. El epitelioma (cáncer) puede aparecer como un pequeño nódulo blanco o rosado; puede ser de superficie lisa, lustrosa, o hundida. O puede aparecer como un punto áspero o descamado. O un nódulo duro y rojizo que forma costras. O un grupo de nódulos con costras. O una úlcera pequeña que sangra y no cura durante varias semanas. O también una zona blanca que parece una cicatriz.
El melanoma maligno se diagnostica generalmente por el cambio de tamaño, forma o color de un lunar, o como una lesión nueva que aparece en la piel normal. Recuerde la regla de memoria «ABCD«:
Asimetría.
Bordes borrosos o irregulares.
Color moteado con tonos de marrón, negro, e incluso rojo blanco o azul.
Diámetro de más de 6mm o cualquier aumento inusual de tamaño.
Si todas estas variantes le parecen difíciles de entender, recuerde que lo más importante es consultar ante cualquier cambio que note en su piel después de examinar todo su cuerpo, incluyendo la espalda y la planta de sus pies, periódicamente.
Eligiendo su médico
Si a Ud. lo preocupa el cáncer de piel, su clínico es un buen punto de comienzo. El examinará su piel anualmente; y lo derivará al especialista si lo cree conveniente.
Si Ud nota alguna lesión sospechosa, consulte con un dermatólogo o con un cirujano plástico.
Diagnóstico y tratamiento
La mayoría de los tumores de piel (malignos y benignos) deben ser extirpados quirúrgicamente por un cirujano plástico. Si el tumor es pequeño, la operación puede hacerse bajo anestesia local resecando la piel afectada, lo que deja una cicatriz lineal poco visible. Los riesgos de estas intervenciones son muy bajos.
Si el cáncer es de mayor tamaño o si ha llegado a invadir los ganglios linfáticos, es necesaria una cirugía mayor.
Otros tipos de tratamiento son la criocirugía (congelamiento de los tejidos afectados), terapia radiante (rayos X), quimioterapia tópica ( aplicación local de drogas anticancerosas).
Eligiendo entre sus opciones
Ud. debe evaluar estas opciones con su médico antes de iniciar el tratamiento. Vea que opciones están a su alcance, los riesgos y complicaciones posibles, quien puede hacerlos de la mejor manera, y los resultados que se pueden obtener.
Unas palabras acerca de la reconstrucción
Las diferentes técnicas usadas para el tratamiento de los cánceres de piel pueden salvar vidas, pero también pueden dejar secuelas no muy agradables tanto funcionales como cosméticas dependiendo tanto de la gravedad como de la localización de la lesión. Frente a estas patologías no dude de consutar con su cirujano plástico.
Previniendo las recidivas
Después de ser tratado por su cáncer de piel, su médico le hará controles periódicos para ayudar a que el mismo no se presenta nuevamente. Ud. también puede ayudar a que esto no ocurra cambiando algunos hábitos. Evite la exposición prolongada al sol, especialmente entre las 10 a.m. y las 4 p.m.en especial en los meses de verano. Recuerde que los rayos ultravioletas pasan a través del agua y de las nubes; y se reflejan en la arena y la nieve. Si Ud. va a estar expuesto por un período de tiempo prolongado, use ropa protectora como sombreros de ala ancha y ropa con mangas largas.
Aplíquese también cremas con pantalla solar factor 15 o más y renueve su aplicación con frecuencia cuando se baña o transpira.
Finalmente, examine su piel regularmente. Si encuentra alguna lesión sospechosa, consulte con su dermatólogo, cirujano plastico o con su médico lo antes posible.